Este trabajo está propuesto para realizarse a lo largo del curso, cuando el alumno tenga la ocasión de realizarlo.
Observa durante 15 minutos la interacción de una madre o un padre con su hijo en una situación lúdica (de juego). Anota de forma escueta todo aquello que suscite tu interés. El grabar en vídeo la escena te facilitará la observación. Intenta extraer algunas conclusiones a partir de esta observación.
2 comentarios:
En el primer vídeo aparecía el padre jugando a las comiditas con su hijo pequeño de 1 año. En él observamos en primer lugar que el espacio es adecuado al niño: es seguro, parte de los juguetes están al alcance del niño y están ordenados…
Además hay una interacción muy rica entre el padre y su hijo, pues aunque el niño todavía no sepa hablar el padre usa un lenguaje adulto (no infantilizado) constantemente, mediante preguntas (‘¿con arroz o verduras?, ‘¿qué vas a hacer de comida?’); sugerencias (‘¿jugamos a…?’) y comentarios (¡uy, dos niños metes dentro de la cazuela!). Pero la acción del adulto no sólo se limita a estas acciones, también le da caja con juguetes (dejándole que los coja el niño), hace que bebe el zumo de limón, hace guiñol (con un muñeco de mano y otro de dedo), y repasa conceptos (por ejemplo: la cucharita sirve para remover); y le da modelos de acción (la olla y la nevera son continentes).
En todo el momento el padre deja al niño tiempo suficiente para que actúe.
Si observamos al niño, podemos comprobar que atiende al adulto y comprende todo lo que dice y que tiene una buena interacción con los objetos (no se dedica a tirarlo al suelo o a pisotearlos)
Al finalizar el juego, el adulto y el niño recogen todo lo que han sacado, acompañándolo por una canción que el padre se inventa. Esto muy importante, pues el niño ha de saber que siempre después de sacar cualquier objeto han de guardarlo.
En el segundo vídeo muestra al padre jugando con sus hijos (de 3 y 2 años) en el salón con la pintura de dedos. Con respecto al espacio, decir lo mismo que el anterior vídeo, que es adecuado a los niños (por ejemplo porque las mesa y las sillas en donde van a jugar están a su altura, no son de adulto). La mesa es redonda, lo que favorece una mayor interacción entre los tres.
El padre les deja pintar con libertad (aunque les sugiere que lo hagan con los dedos), dosificando los estímulos (es decir no les dan todas las pinturas a la vez), aunque si que dirige más al pequeño, pues necesita ayuda.
Al principio el pequeño imita a su hermano y coge el pincel. Cuando prueba con los dedos le gusta más y se queda con esta técnica.
En otro momento el mayor, para que el padre tenga que limpiarle y hacerle caso, pinta con los dedos.
En toda la actividad hay un diálogo constante entre el padre y sus hijos, con comentarios, preguntas, diciendo ‘disparates’ (‘yo voy a comer hojas’)…
Otro aspecto positivo es que el padre está relajado y no histérico por si se manchan o manchan algo, evitando esto, arremangándoles las mangas y limpiándoles con toallitas a menudo.
Sara Varona Briones
La acción se desarrolla en la habitación de los juguetes.
Están Gloria, la madre y Carlos el hijo mayor de 6 años.
Deciden jugar a los coches y sacan los juguetes. Utilizan muchos cochecitos y una manta que tiene un circuito.
Cada uno elige un coche. Carlos coge una ambulacia y Gloria un coche mas grande, como el de la realidad.
Carlos empieza la interacción diciendo que el coche de su mama ha tenido un accidente y el va a ayudarle con su ambulacia, mantienen una conversacion entre el juego, como:
-Carlos: ¿que le ha pasado señora?
-Gloria: he tenido un accidente con el coche.
-Carlos: no se preocupe yo le llevare al hospital.
Y finalemente llegan al hospital, despues de un lardo recorrido por la manta, respetando las señales de trafico, etc.
Después Carlos decide cambiar de coche y coge uno parecido al que tiene su padre.
Empieza a desplazarse por la manta y se encuentra con su madre que hacía lo mismo.
Y comienzan una conversación. Carlos ahora es el padre y hace lo mismo que haria su padre en la vida real.
El niño conversa con su madre, de lo que tienen que hacer.Carlos le cuanta que tiene que ir a por los niños al colegio y Gloria le dice que después ella los llevará a la piscina y a comprar.
La escena termina cuando Carlos y Gloria llegan a casa, aparcan el coche en el parking de la manta y entran a casa.
Paara terminar como se ha echo tarde y de verdad se tienen que preparar para ir a la cama, recogen al son de la cancion: "a guardar a guardar cada cosa en su lugar, a recoger a recoger que mañana hay que volver". Canción que el niño se sabe y canta con su madre y queda todo recogido.
Carolina Viñas
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